Aquí en  esta enorme urbe he pensado si  alguna vez los moscovitas se han preguntado acerca de  los efectos e impactos de sus desechos, ¿qué pasa con sus desechos luego de ser arrojados a los conteiner de la basura?, ¿adónde son llevados?, ¿Son tratados de alguna manera?, pues estos cuestionamientos siempre han estado en mi cabeza, dado que mi experiencia personal ha estado particularmente ligada al tratamiento de estos desechos, ya que mis padres subsisten con una pequeña empresa en la ciudad de Bogotá que transforma los desechos plásticos para ser utilizados nuevamente como materias primas.

En casa vemos el reciclaje no solo como una necesidad para nuestra sociedad, también como una oportunidad y una manera de subsistir.  Manera de subsistir que en países como Colombia aun es precaria y poco entendida por una sociedad particularmente clasista como la nuestra, donde el eslabón primario de la cadena productiva, el reciclador o recolector de los desechos representa para muchos un símbolo de la pobreza. 

Ahora, también el reciclaje ha encontrado inconvenientes para su implementación por la falta de entendimiento de las personas que creen que sus desechos son basura, pero el caso es que son conceptos diferentes y malinterpretados, en donde nace la apatía de muchos por las acciones de reciclar y reutilizar. Este pensamiento ha venido cambiado con el tiempo y repensando por las nuevas generaciones, en tanto que se ha entendido que reciclar y reutilizar es un asunto de responsabilidad social individual y colectiva, que limita la contaminación del ambiente, lucha contra el cambio climático y nos permite avanzar hacia una sociedad más sostenible y sustentable.

Aún falta mucha conciencia ambiental de la sociedad en esta área, y lo digo desde mi experiencia personal, dado que he tenido la oportunidad de vivir en dos grandes metrópolis, Bogotá y Moscú. Tan distintas la una a la otra como pueda imaginarse, pero aquejadas quizás con problemas similares de sobrepoblación y mala gestión en el manejo de los residuos sólidos que ellas generan, y las cifras no son alentadoras,  por ejemplo en el caso de Bogotá, una ciudad de 7,2 millones de habitantes (censo, 2018), que genera en promedio 6,500 toneladas diarias de residuos sólidos, tan  solo el 15%[1] es recuperado y que decir de  Moscú, un  gran foco generador de consumo de más  12,5 millones de personas (casi 20 millones contemplado su área metropolitana), las cuales generan 21.917 de toneladas diarias de residuos[2], de los cuales solo se recupera el 8%. Mi invitación a todos es a hacer cambios sustanciales en nuestros hábitos diarios y de consumo, reciclar en una acción individual con un gran impacto global, cuando es replicado. Nunca se cuestione porque tengo que reciclar, si mi vecino, amigo o otra persona no lo hace, al contrario, más que nunca debe proponerse reciclar para mostrarles a quien no lo hace, lo valioso y esperanzador que es la acción de reciclar.

 Notas

[1] RCN, «https://www.rcnradio.com/,» [En línea]. Available: https://www.rcnradio.com/bogota/bogota-solo-recicla-diariamente-el-15-de-las-basuras. [Último acceso: Diciembre 2019].

[2] E. Mereminskaya, «vedomosti.ru,» [En línea]. Available: https://www.vedomosti.ru/economics/articles/2019/07/30/807668-moskva-razdelyat. [Último acceso: Diciembre 2019].

[3] I. Golunov, «takiedela.ru,» 16 Junio 2019. [En línea]. Available: https://takiedela.ru/2019/06/shest-millionov-tonn-musora/. [Último acceso: Diciembre 2019].